Siento
la urgente necesidad de expresar mi enfado y frustración pues,
una vez más,
veo con desesperación que aquello que muchísimos españoles dejaron
como citas famosas, es completamente cierto. Aquellos que persiguen
una carrera creativa, aquellos que investigan, aquellos con
curiosidad intelectual, se encuentran condenados a la indiferencia y
el desprecio. Las experiencias de los
últimos
años en mi
corta
vida han sido suficientes para demostrármelo y hacer
que me sienta defraudado.
La oportunidad de vivir, estudiar y trabajar en
cuatro países diferentes me ha permitido ver que realmente sí,
es cierto, España es diferente.
Vayamos
por partes y echemos un ojo a cómo funcionan las universidades.
Podemos empezar con la mastodóntica e ineficiente burocracia, que
durante tres años me dio razones suficientes para “cometer
un asesinato”.
Personas que desconocen su trabajo o,
simplemente,
no están dispuestas a realizarlo. Recuerdo
con amargura
las horas dedicadas a andar,
de un lugar a otro, con el propósito de encontrar a alguien que
finalmente pudiese ayudarme. Tiempos aquellos en los que conseguir un
simple documento o una firma para
este, parecía
llevar una eternidad. A modo de ejemplo, no olvidaré cuando me
dijeron que tendría que esperar de 3 a 7 días para obtener un
sencillo
documento de gran
importancia para mi,
porque necesitaba la firma del titular de la Secretaría. No
importaba el hecho de que la persona responsable de la firma se
encontrara a 2 minutos, o el hecho de que,
educadamente le dijera,
que me iba de España
con una beca, en
dos días
y realmente necesitaba ese documento, pues si no, todo el esfuerzo
era en vano. No, en España las cosas no funcionan de esta manera. Si
quieres algo, grita. Así lo hice, y tras decir lo cansado que estaba
de la gente que no hace su trabajo, que aquella persona bien se
tomaba su tiempecito para los múltiples cafés y cigarros, y que no
me iría sin el documento, mi petición se realizó en media hora. A
mi casi me costó un ataque al corazón.
Tampoco
olvidaré que una compañera
de estudios
perdió una beca extraordinaria -que
debería haber obtenido gracias a su expediente académico-
simplemente porque los imbéciles que
la tenían que tramitar perdieron
algún documento y ella nunca fue informada a tiempo.
Nunca me
olvidaré de los numerosos correos electrónicos enviados a los
diferentes departamentos académicos y administrativos que jamás
obtuvieron respuesta. Jamás olvidaré la absoluta falta de
coordinación entre los distintos departamentos con respecto a todos
los asuntos de importancia. Un montón de gente inútil cuyo más
exasperante hábito es la cara de asco con que te reciben y realizan
su trabajo.
Muchos
se pueden imaginar mi sorpresa cuando vi que otra forma de hacer las
cosas es posible. Las resplandecientes sonrisas y el profesionalismo
y eficacia con que fui atendido en Dinamarca...Las comparaciones son,
en efecto, odiosas. Nunca olvidaré la primera vez que fui a un
depacho y dije que necesitaba un documento para ser firmado y enviado
a España. ¿La respuesta? Pues que lo hacían en un segundo. Yo
estaba desconcertado, con la boca completamente abierta viendo cómo
la chica firmaba el documento y lo enviaba por fax, todo ello con la
más amplia de las sonrisas.
Pensé que Dinamarca debía ser una excepción extraordinaria y
que no se iba
a repetir. Sin embargo, resultó ser similar en Nueva Zelanda y hasta
ahora no me puedo quejar en la República Checa,
donde resido.
Nueva Zelanda fue un sueño, resolución de problemas a la velocidad
de la luz. Como ejemplo, cuando fui elegido para participar en uno de
los colegios electorales durante las elecciones regionales en España;
solicité que,
por favor,
me hicieran una carta indicando que no podía asistir,
ya
que
estaba viviendo en Nueva Zelanda. La carta fue hecha y enviada en 5
minutos, sin coste
alguno, salvo una enorme sonrisa. ¿Quereis una comparación? Cuando
volví a España,
me puse en contacto con los supervisores de
los estudiantes de intercambio entre
Nueva Zelanda y de España. El de Nueva Zelanda respondió en pocas
horas. El de España,
nunca.
Estos son sólo algunos ejemplos simples y fáciles de entender por
todos. Por favor, aquellos españoles que leáis
esto y no hayais estudiado o trabajado en el extranjero, ¿os lo
imaginais? Ir a un despacho (dos como máximo) y obtener tus cosas
rápidamente y acompañadas de una gran sonrisa. Sé que es difícil
de imaginar, pero creedme, es posible.
Pero
si hay algo que realmente acaba con mi energía es el sistema
educativo y la calidad de los profesores. Empezaré por los
profesores aunque se me
haga
difícil, pues también he tenido la oportunidad de conocer a algunos
docentes fantásticos a quienes mantendré en mi corazón durante el
resto de mi vida. ¿Qué demonios pasa con los profesores en España?
De
los que he conocido en mi Facultad, un número importante de ellos
parecen más
un grupo de trabajadores de oficina, sin motivación y sin pasión
alguna por la enseñanza, que de educadores o formadores. Innumerable
es el
número de profesores que conocí cuyo programa de enseñanza se
asemeja al dado durante la prehistoria. Esto es de particular
importancia en una carrera como la de biología, donde tienes que
estar constantemente actualizando tus conocimientos y tu agenda, pues
de lo contrario quedas desfasado muy
rápidamente.
Muchas de las cosas que se creían ciertas hace unos años ya no lo
son. ¡Resulta muy frustrante encontrar un profesor de universidad
enseñando algo incorrecto!
Cuando
fui a la universidad por primera vez estaba lleno de expectativas,
emocionando ante un nuevo mundo de ideas, descubrimiento, innovación,
pasión... y me encontré con insoportables profesores, incapaces de
aceptar una opinión diferente, que no están dispuestos a cambiar
sus ideas o tener cualquier tipo de debate. Un
ejemplo:
mi profesora de microbiología, que venía a dar una clase de 50
minutos, la cual consistía en recitar una serie de notas que
probablemente tenían más de 15 años. ¡En el examen final hizo
miles de correcciones que estaban mal! Os podeis imaginar la
frustración de saber que las notas son más bajas porque esta
profesora,
que se supone nos enseña,
estaba equivocada
y desfasada.
Yo no quería dejarlo así y hablé con una profesora fantástica
-una de las
pocas válidas-
y le comenté que quería ir a una corrección externa. ¿Su
respuesta? "Estás en lo cierto, pero no lo hagas. Todos estarán
del lado de tu profesor, siempre sucede,
y entonces ella tendrá el derecho a corregir de nuevo tu examen,
teniendo la oportunidad de bajarte la nota ". Me quedé
estupefacto.
Siguiendo su consejo, me callé.
Conclusión: perdí la beca de excelencia, sólo por unas décimas;
las que perdí gracias a una profesora cuyo único objetivo parece
ser el de destruir las esperanzas y motivaciones de sus estudiantes.
Pero,
¿qué se puede esperar de profesores que han pasado todas sus vidas
en la misma universidad y apenas tienen –salvo
algunos-
una carrera profesional
de investigación
aparte de la enseñanza? Profesores que siempre han ocupado la misma
posición, que nunca han estado en el extranjero y no conocen otra
cosa que su pequeño mundo,
limitado,
de la enseñanza. Todo el profesorado recibe dinero por hacer
investigación y,
sin embargo, sólo el 40% por ciento de los profesores lleva a cabo
alguna investigación. La carrera investigadora de este 40% es a
menudo, muy pobre. Los que investigan,
por lo general,
lo hacen en el mismo lugar donde estudiaron y luego comenzaron a
trabajar. Creo que esto se debe ,en
parte,
al muy poco prestigio que ser un profesor tiene en España, sobre
todo en algo como la biología, que todavía se considera, entre las
personas de 40 años o más, como ser una
carrera de
parias.
Esto lleva a tener,
salvo excepciones,
profesores
mediocres y desmotivados.
Además, la rigidez y la lentitud en la asignación de recursos -que
por cierto son muy limitados- por nuestras universidades es increíble
y la flexibilidad de nuestros profesores para moverse a través de
las universidades una verdadera broma. ¿Qué puede enseñarme un
profesor que nunca ha visto nada distinto de su escritorio y que
jamás ha publicado un artículo o investigado nada?
Una
vez más, otro mundo es posible.
Aquellos
profesores de Dinamarca o Nueva Zelanda, con los que nos sentábamos
a discutir un artículo publicado por el ¡mismo
profesor! Un profesor que nos mostraría un pensamiento crítico y
los enfoques orientados a la investigación, quien discutiría miles
de artículos, los problemas expuestos durante la investigación y
quien preguntaría por nuestras ideas y comentarios:
“
¿Entiendes esto?¿Cuál crees que es el problema o el motivo de
este resultado? ¿Cómo lo resolverías? ¿Qué harías ahora?”
Horas y horas de debates, seminarios, diapositivas, powerpoints donde
el profesor te anima constantemente a preguntar y a cuestionarte las
cosas. Por supuesto, estos profesores son, en primer lugar,
investigadores, con toda una carrera a sus espaldas y,
por ello,
son adecuados para la enseñanza. Las comparaciones son, una vez más,
odiosas.
Todo
esto está relacionado con nuestro sistema educativo, donde todo es,
la
mayor parte de las veces,
clases teóricas. A saber: 50 minutos de profesores aburridos
recitando sus notas y nosotros,
más aburridos todavía,
copiándolas. Miles y miles de notas a memorizar. ¡Realmente parece
que nos están preparando para un puesto de oficina! Después vas a
otro país para continuar con tus estudios y piensas que sí, que
probablemente tienes más conocimiento que la mayoría de la gente de
allí, pero que te falta algo importante. Los estudiantes en España
están, en general, desmotivados y ni siquiera saben realmente por
qué están en la universidad. No disfrutan, no se toman una clase
como algo mágico donde vas a aprender, a quedar fascinado. Solo
existe el estrés del examen final, para el que hay que incrustar 100
páginas de notas sin fin en el cerebro. Notas que olvidarás dos
días después de que todos los exámenes hayan terminado, cuando
acabes completamente borracho para celebrar el final del período de
examen.
Este
conocimiento no tiene ningún sentido. Por supuesto, es necesario
tener algunos conocimientos básicos, pero es el trabajo práctico el
que ofrece la experiencia y la capacidad de crear, de pensar
críticamente, de innovar, ampliar tu perspectiva y capacidad para
resolver problemas. De todo lo que he aprendido en la universidad,
tengo serias dudas de que recuerde un 5% de ello; pero en dos años
en el laboratorio he aprendido más de 1000 veces lo que aprendí
durante mis 5 años de universidad. ¡Tenemos acceso a Internet, a
miles de bases de datos, revistas electrónicas, seminarios web!
Tenía mucho sentido 50 años antes, cuando conseguir acceso a cierta
información era un verdadero desafío. Ahora en 15 minutos puedo
encontrar miles de artículos relacionados con
un
tema determinado, un gran
número
de libros electrónicos y foros de discusión, y puedo contactar con
expertos en la materia y esperar su respuesta... No necesito esos
miles de notas en mi cerebro, ¡lo que necesito es pensar! ¡Tengo
que imaginar, tengo que pensar, tengo que averiguar, que crear! Esto
es algo que no se entiende en España, y esto es debido a que el
personal administrativo, los profesores (y
los políticos)
de mi país no tienen vida profesional fuera de su escritorio de
oficina. Nunca han creado nada, no tienen una visión del mundo
externo, no hay "aire fresco que fluya a través de las
puertas". En tres años y medio en la universidad en España no
tuve que escribir un solo trabajo que se asemejara a un artículo
científico. Nunca se nos enseñó eso. Cómo escribir un trabajo,
cómo hacer un buen seminario, cómo dar una conferencia, cómo
escribir una reseña. Cuando hojeo los trabajos que hice en España y
miro mis buenas calificaciones no sé si reír
o llorar,
pues
todos nuestros proyectos se parecían a los trabajos del colegio. En
3 años y medio de universidad en España no escribí nada que se
pareciera a un artículo científico. Por el contrario, escribí más
de 5 en un año en Nueva Zelanda.
Diálogos,
debates, trabajo de campo ... eso es en lo que se concentran los
países serios . Nosotros nos centramos en la memorización y cuando
el trabajo práctico llega, ni siquiera hay libros para todos los
estudiantes. Hacinamiento en las universidades, inundadas de
estudiantes desmotivados y sin recursos. Nuestras universidades son
lo que un brillante profesor describió una vez como “café
para todos”.
Hay demasiados
estudiantes y
el problema es que casi no hay manera de discriminar entre los
estudiantes que valen la pensa y los que no. ¡Un sorprendente 30% de
los estudiantes universitarios abandona la universidad durante los
primeros dos años! El promedio de tiempo en la universidad es de dos
años más de lo esperado! Y esto sucede porque la educación básica
en España también está fallando, donde profesores desmotivados
– con las excepciones habituales-,
son incapces de transmitir la pasión y el amor por lo que enseñan
a sus alumnos. Una educación donde los estudiantes apenas tienen que
cumplir unos mínimos requisitos, donde los estudiantes comienzan muy
temprano en la universidad (como ejemplo yo empecé a los 17 años) y
una educación donde los alumnos se encuentran totalmente
decepcionados una vez que llegan a la universidad. En España, donde
todo el mundo parece
que tiene
que estudiar
y sacar un título,
te encuentras con estudiantes que no se preocupan en absoluto, por lo
que son capaces de acabar la carrera sin haber hecho una sola
pregunta a sus profesores. ¿Cómo diablos es posible que la mayoría
de los estudiantes que conocí en la universidad fueran incapaces de
escribir un texto sin cometer errores de gramática? ¿Dónde está
el campo de la excelencia que se supone que es la universidad? ¿Cómo
se puede motivar a los alumnos, sacar lo mejor de ellos, estar cerca,
discutir, llegar a conocerlos,
cuando se tienen 100 personas en clase? En Dinamarca tuve discusiones
y disertaciones con grupos de 10-20 personas y en Nueva Zelanda
también. ¡Qué cosa tan maravillosa!
Al
parecer, nuestro ministro de educación cree que esto puede ser
resuelto, al menos en parte, con el aumento de las tasas
universitarias y reduciendo el gasto en la investigación y la
educación. ¡Un
hombre brillante¡.
Incluso se permite el lujo de decir que en España existe la actitud
del "todo gratis", y que
las
cosas no pueden seguir así. ¿Quiere
saber, mi querido
Sr.
Ministro,
lo que significa “gratis”?
En
Dinamarca, no se paga nada por la carrera, ya sea un grado o un
master. Incluso siendo estudiante extranjero, no se
paga
nada. Cada estudiante danés recibe suficiente dinero del
estado al
mes-
durante 5 años-
para arreglárselas fuera de la casa de sus
padres. Es decir, que los estudiantes se centran en sus estudios y
aprenden a sobrevivir fuera de la casa de los padres (muchas veces en
otras ciudades), estableciendo conexiones fuertes con otros
compañeros de piso. Esto nos lleva al punto de que los estudiantes
de otros países son mucho más maduros que en España, puesto que
viven solos y tienen una mente y
una disposición para la vida más
amplia que un estudiante español que aún vive con su familia. En
Dinamarca, se encuentra gracioso que incluso con 22 años se siga
viviendo con los padres. No
digamos con más edad.
Suecia es muy similar, otro ejemplo bellísimo. La educación
universitaria es también,
generalmente,
gratuita
en Alemania y es gratis también en la República Checa (aunque eso
podría cambiar pronto). Podría seguir con ejemplos y países, pero
la idea es clara. Estos países invierten mucho más en sus
estudiantes y su
educación. Parecen
estar flotando en lo que usted, mi querido ministro, considera la
actitud de "todo gratis", pero la investigación es mejor y
el fracaso escolar mucho menor. Parece que no todo se trata de
dinero,
sino más bien de la mentalidad y del
sistema ... pero por supuesto que usted no quiere cambiar eso, ya que
parece
tiene
la misma mentalidad.
En
realidad sí, usted quiere cambiar las cosas, y de hecho esta es otra
característica de nuestro hermoso país. Los dos principales
partidos políticos que se alternan en el poder han encontrado muy
divertido estar constantemente modificando el sistema educativo.
Pequeños parches que sólo
dañan más,
ya que sin un programa con continuidad,
no llegamos a ninguna parte.
Un
maravilloso
ejemplo
es
todo este PLAN
BOLONIA,
nunca adecuadamente explicado y un absoluto desastre. Profesores
discutiendo para mantener sus clases y posiciones, defendiendo su
cuota de poder (lamentable). Dijeron que era para adaptarse a la
educación en Europa. ¿De
verdad?
La biología es ahora un grado de 4 años en la licenciatura mientras
que en la mayoría de los países es de 3. No hay verdaderos másteres
y esto es
sólo una excusa para pagar miles de euros -el precio está subiendo
como la espuma- y realizar un ridículo "máster" que dura
un
año,
o año y medio como máximo,
en el que casi no hay trabajo práctico (6 meses como máximo), no
hay verdadera tesis de máster que haya que escribir, y prácticamente
no ofrece ningún tipo de continuidad. Mis amigos, compañeros de
universidad que tenían
el grado de 5 años de duración llamado Licenciatura, como yo, se
encontraron con la sorpresa de que tenían que hacer un máster, a
pesar de que todavía formaban parte del antiguo plan en el que se
conectaba directamente con el doctorado. Pues no, tenían que pagar
miles de euros por algo que difícilmente les enseñó algo,
los dejó profundamente decepcionados, retrasó su doctorado y
arruinó sus bolsillos. En otros países serios, se tiene un grado al
final del cual se tiene que escribir una primera tesis. Después se
entra en el programa de máster de 2 años. En el caso de Dinamarca o
Nueva Zelanda, por ejemplo, el último año de los másteres tiene
lugar sólo en el laboratorio. Se busca un supervisor que tenga una
posición o
espacio libre
(hay lugar para todos, ya que prácticamente todos los profesores
hacen algo de investigación) para que puedas trabajar durante ese
año. Esa es la investigación real por lo que al final, incluso
puedes publicar un artículo si tienes suerte y has trabajado en
condiciones. Los estudiantes pueden comenzar antes en el laboratorio,
por supuesto, -durante
el grado o el primer año de master-,
si tienen el coraje y el entusiasmo para buscar el lugar.
En
la República Checa yo trabajo en la Academia de las Ciencias, una
institución pública, pero que no es una Universidad. Está llena de
estudiantes, desde el grado a los estudios de doctorado,
haciendo su investigación allí. Puedes contactar con un
investigador, decir que quieres hacer la investigación para tu tesis
allí y si estás
lo suficientemente interesado, obtienes un
puesto.
Incluso,
los estudiantes de licenciatura consiguen algo de dinero por su
trabajo (proceso de aprendizaje) allí. ¿Pueden los españoles creer
esto? ¿Crees realmente que en tu segundo año de universidad puedes
investigar junto a científicos con una carrera de investigación a
sus espaldas y conseguir un poco de dinero al mes por ello?
En
España sí, hay lugar para unos pocos estudiantes que entran en
contacto con algún departamento y tienen la suerte de encontrar un
profesor que también está haciendo investigación interesante y que
tiene espacio
y recursos para ellos. Estos son lugares muy limitados y, por
supuesto, no se obtiene ningún dinero por ello. En otros países,
al alcance de casi todos. Pero, por supuesto, es difícil hacer esto
cuando casi no hay recursos y la universidad está llena de gente sin
motivación, donde se ofrece “café
para todos”,
al tiempo que se rechaza la investigación. Todo el PLAN
BOLONIA
fue destinado a pequeños grupos para tener discusiones, tutorías,
etc ¿Cómo diablos puede usted hacer esto con 1,4 millones de
estudiantes universitarios?
La mayoría
de las universidades están completamente en bancarrota y no tienen
recursos para poner en práctica las nuevas directrices. Una broma
total. En España la mayoría de los estudiantes terminan la
universidad sin haber trabajado en un laboratorio, haber escrito una
tesis o haber hecho un examen estatal.
Los
documentos o
títulos obtenidos
de forma gratuita, los laboratorios a disposición de todo el mundo
que quiere investigar,
llegando a ser pagados por su trabajo. Todo esto sucede en otros
países serios,
pero nuestro querido ministro dice que “estamos
acostumbrados a tener todo gratis”.
Por
cada documento
necesario para solicitar una beca, curso,
etc, hay que pagar
una cantidad importante de dinero y además hay que esperar días,
semanas, meses o incluso años (ya volveré sobre esto).
Esta
es otra cosa fantástica: la beca. España hasta ahora ha contado con
bastantes becas,
pero muchas veces el método para seleccionar es bastante malo y no
siempre las personas que merecen las becas realmente las consiguen.
Están demasiado orientadas a las calificaciones, y pasan por alto
muchas cosas importantes: aspectos técnicos de esa persona, la
creatividad, la independencia, la madurez, la motivación, el
desarrollo cultural, futuros proyectos... Durante mis estudios no
encontré una sola persona con mejores notas que yo y,
sin embargo,
me encontré con mucha gente que
era definitivamente mejor que yo,
de
los que
sé tendrán
un futuro mucho más próspero
y orientado profesionalmente
desde el punto de vista científico. Simplemente porque son buenos y
tienen grandes ambiciones, intereses y pasiones.
Un
par de cosas que hacen que todo el asunto sea triste y ridículo. Hay
dos programas principales mediante los que se financia la formación
doctoral. Estos programas se llaman FPI y FPU. La convocatoria de FPI
fue en febrero del año pasado y la lista provisional de los
candidatos admitidos fue en julio y deberían haber sido aprobados a
principios de agosto. Salieron en diciembre, simplemente porque no
querían autorizar el gasto. Para comenzar su doctorado, los
estudiantes tuvieron que matricularse en septiembre. Pero sin la
lista de aprobados, no tenían acceso a la enseñanza. Imagina a
aquellos que persiguen un máster que cuesta miles de euros. Imagina
a los que persiguen doctorados, ya tienen 24 años o más y no
obtienen ningún dinero. Además, el "FPI" también concede
ayudas a los grupos de investigación donde los estudiantes se van a
incorporar. Eso significa que la mayoría de la gente ha comenzado a
trabajar sin cobrar o tener seguro. Otros simplemente no se lo puede
permitir por lo que
ni siquiera
han comenzado.
Más
de lo mismo.
Con el "FPU", cuya convocatoria fue en mayo, en noviembre
nos dimos cuenta de que muchas plazas fueron eliminadas y que la
financiación
se redujo en un 50% para estancias en el extranjero. Imaginad la
sorpresa de los que ya estaban en el extranjero y se enteraron de que
no iban a conseguir nada de dinero, o los que habían iniciado la
organización de la estancia con la institución extranjera y
finalmente tuvieron que comunicar que no podían ir. La mayoría de
mis amigos de la universidad que aún se encuentran en España,
han estado trabajando de forma gratuita durante meses o han pasado
muchos meses de espera sin que pudieran comprometerse con ninguna
otra cosa. Hacer un doctorado en ciencias absorbe la mayor parte del
tiempo, sin embargo tengo amigos que tienen que estar sirviendo
bebidas en los bares para poder pagar su doctorado, ya que no reciben
nada. La mayoría de mis amigos que tienen entre 24 y 28 años
todavía viven con sus padres y no tienen ingresos. Muchos de mis
amigos han huido y abandonado España y están estudiando en el
extranjero. Ellos me envían mensajes diciéndome todas las ofertas y
oportunidades que tienen para continuar con su carrera allí. De
todos mis amigos, sólo puedo pensar en uno que es totalmente
independiente y que no necesita el apoyo de una beca o de los padres;
por supuesto, vive en el extranjero, al igual que yo. Esto es mucho
peor de lo que he tenido que pasar, pero conozco la sensación de
estar sin dinero y sentirte abandonado por tu institución. Mi Eramus
comenzó en agosto de 2010. ¡No vi una sola moneda de la beca hasta
el final de febrero de 2011, 6 meses! Cuando fui a Nueva Zelanda,
también pasaron 6 meses hasta que obtuve el dinero. Cuando comenté
esto a los estudiantes de otros países, se sorprendieron todos.
Todos ellos recibieron su dinero antes de ir o inmediatamente después
de llegar. ¿Qué diablos pasa en España?
Un
paisaje desolador que me llena de tristeza y enojo. Todo esto volvió
a mi mente ayer por la tarde, cuando un suceso estúpido me lo
recordó. Cuando solicité la posición de doctorado en la República
Checa, me pidieron el título. Dije que lo sentía,
pero que no lo tenía todavía. Sí, solicité mi título en julio de
2011 y aún no lo tengo conmigo. No me creyeron y realmente tardé
tiempo en convencerlos. Sólo cuando les mostré un documento que
establecía que lo había solicitado
y pagado las tasas,
firmado por el Rector de la Universidad, lo aceptaron, incrédulos,
ante lo que veían.
En la República Checa, como en cualquier país serio, se obtiene el
título de inmediato, porque el estudiante se merece tenerlo de
inmediato, especialmente si se considera la importancia que tiene a
la hora de solicitar puestos de trabajo y plaza en cursos. En la
República Checa, como en cualquier país serio, el título es
gratis. En España, tu título, el que te has ganado gracias al
esfuerzo puesto durante años, cuesta 150 euros. ¡Un título que
cuesta 150 euros y que no he visto después de un año y 7 meses!
Pero lo más divertido viene ahora. Recibí ayer una carta diciendo
que había obtenido el Premio Extraordinario Fin de Carrera. Recibo
esto un año y 8 meses después de terminar,y
ocho meses desde que se publica en el BOE
¿y qué es lo que consigo con ello? Me encuentro exento del pago de
las tasas correspondientes al título, ¡pero sólo si recibo la
notificación antes de solicitar el título! ¡Solicité el título
hace más de un año y medio imbéciles! En ese momento estallé en
carcajadas. España es diferente.
En
la República Checa, los estudiantes con calificaciones A y B en su
expediente automáticamente obtienen un poco de dinero al año, sin
necesidad de solicitarlo, y si terminan el grado con el equivalente
a lo que tengo, llamado "summa cum laude", reciben mucho
más dinero y reconocimiento. No me importa el dinero aunque, por
supuesto, sería agradable recibir algo, pero me preocupa el
reconocimiento, ese reconocimiento. En España todo parece estar
orientado al dinero, pero la gente se olvida de ti. No hay
reconocimiento de tu esfuerzo y tus logros, no hay motivación, no
hay estímulo. En este caso, una carta que llega a casa de mis
padres, un año y 8 meses después de haber acabado la carrera.
Muchos excelentes alumnos jamás son reconocidos ni queridos. La
indiferencia es la respuesta y por lo tanto se largan.
Donde
yo trabajo,
aquí en la República Checa,
recibo muchos correos electrónicos en el
correo
común de la institución,
donde ofertan doctorados y postdoctorados. Si vas a la página web de
la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid hay
un tablón para las ofertas de empleo. He estado echándole un ojo de
vez en cuando, como curiosidad, siempre esperando encontrar algo.
¿Sabeis cuántas veces he encontrado, no
digo
muchas, simplemente una oferta de trabajo? Nunca.
Pensando
en todo esto, ¿alguien se pregunta por qué España no tiene una
sola universidad entre las 200 mejores del
mundo que salen en diferentes listas?
Reino Unido, Suiza, Alemania, Holanda, Suecia, Francia, Bélgica,
Finlandia, Dinamarca, Irlanda, Noruega siempre encuentran
representantes en estas listas. Pero, de nuevo, ¿cómo vamos a
conseguir esto sin ninguna continuidad en nuestro programa educativo
y una completa revolución en nuestra idea de la importancia de la
educación, la forma de enseñar a los estudiantes y el valor que
estos tienen para el futuro? Pero nuestro querido ministro cree que
estamos acostumbrados a tener “todo
gratis”
y su enfoque es recortar, recortar y recortar. La secretaria de
ciencia Carmen Varela ya lo dijo: “hay
muchos investigadores en España (me pregunto dónde) y tienen que
centrarse en la calidad”.
Por supuesto, están en el camino para conseguirlo...
En
España muchos dicen que se está produciendo ahora lo que se llama
“fuga
de cerebros”.
Nuestro estimado ministro dice que: "... muchos de los que se
van, una vez que adquieren experiencia en el extranjero, vuelven, y
esta es una experiencia muy enriquecedora para nuestro país, y muy
valorado por nuestras empresas". Mentiría si dijera que salí
de España a causa de la falta de oportunidades. Nunca he intentado
encontrar trabajo en España. Si yo vivo en el extranjero es porque
me encanta vivir en un país extranjero y todas las experiencias
nuevas que me ofrece. Sin embargo, créame cuando le digo, Sr. Don
José
Ignacio Wert, estimado Ministro de Educación, que si yo me hubiera
ido a causa de la falta de oportunidades, después de lo que he
visto, no volvería nunca más a España. Y créame, estimado
ministro, cuando le digo que muchos de los que se fueron en busca de
oportunidades, ya no volverán a España. Le digo esto porque, a
diferencia de usted, yo vivo en el extranjero, y sé de lo que estoy
hablando.
Grande, y mucha verdad. Es curioso como cuando salimos al extranjero, nos sorprendemos positivamente de temas que para la gente en el extranjero son basicos: como la rapidez del papeleo sin ver una sola mueca, o escuchar un suspiro. Simplemente una sonrisa y un "how is the day going?".
ReplyDeleteUn pequenyo apunte, cuando sali de mi Universidad Espanyola por primera vez, a hacer mi Erasmus (quinto de carrera)en Noruega, los espanyoles nos quedamos a cuadros cuando nos dieron diez articulos para leer en una semana, y nos mandaron a casa. Nos preguntabamos: Como leo todo esto? Hay alguna seccion a la que tenga que prestar mas atencion? Lo leo de pe a pa?...Como escribo un reportaje critico sobre estos articulos? No sabiamos como aplicar lo escrito en un articulo a un ensayo, y eso es porque nunca se nos pidio hacer eso en Espanya. Al lado nuestro, teniamos chavales de segundo de carrera (no eran ni espanyoles, ni franceses, ni italianos, ni portugueses, of course) que lo hacian mejor que los espanyoles, y en menos de la mitad del tiempo. Aquellos que salimos de espanya a continuar los estudios ahora sabemos hacerlo, pero la gran mayoria que alli se quedo, quien sabe.
Otro apunte, en Nueva Zelanda, en segundo de carrera de botanica o zoologia (aqui no se estudian grados generales, sino que se aplican al futuro profesional y de investigacion para que el alumno tenga una especializacion tras tres anyos de Universidad), los chavales se hacen un poster de investigacion que se puede presentar en un congreso internacional, han escrito 10 ensayos, han dado tres o cuatro presentaciones en publico, y comienzan a hacer un proyecto de investigacion. En tercero de carrera completan esa investigacion, y algunos de ellos publican su investigacion en revistas cientificas internacionales de impacto alto. El dia que terminan su carrera de tres anyos, salen con un titulo, saben investigar, saben hacer posters, saben como solicitar fondos para investigacion, saben hablar en publico, tienen un articulo publicado como primer o segundo autor y saben cuales son las empresas en las que pueden trabajar, o las carreras de investigacion que quieren empezar a traves de sus Masteres. Como compite un Espanyol, tenga el expediente academico que tenga, que nunca ha salido al extranjero contra estos cracks?