Wednesday 6 March 2013

Un completo desastre


Siento la urgente necesidad de expresar mi enfado y frustración pues, una vez más, veo con desesperación que aquello que muchísimos españoles dejaron como citas famosas, es completamente cierto. Aquellos que persiguen una carrera creativa, aquellos que investigan, aquellos con curiosidad intelectual, se encuentran condenados a la indiferencia y el desprecio. Las experiencias de los últimos años en mi corta vida han sido suficientes para demostrármelo y hacer que me sienta defraudado. La oportunidad de vivir, estudiar y trabajar en cuatro países diferentes me ha permitido ver que realmente sí, es cierto, España es diferente.

Vayamos por partes y echemos un ojo a cómo funcionan las universidades. Podemos empezar con la mastodóntica e ineficiente burocracia, que durante tres años me dio razones suficientes para cometer un asesinato. Personas que desconocen su trabajo o, simplemente, no están dispuestas a realizarlo. Recuerdo con amargura las horas dedicadas a andar, de un lugar a otro, con el propósito de encontrar a alguien que finalmente pudiese ayudarme. Tiempos aquellos en los que conseguir un simple documento o una firma para este, parecía llevar una eternidad. A modo de ejemplo, no olvidaré cuando me dijeron que tendría que esperar de 3 a 7 días para obtener un sencillo documento de gran importancia para mi, porque necesitaba la firma del titular de la Secretaría. No importaba el hecho de que la persona responsable de la firma se encontrara a 2 minutos, o el hecho de que, educadamente le dijera, que me iba de España con una beca, en dos días y realmente necesitaba ese documento, pues si no, todo el esfuerzo era en vano. No, en España las cosas no funcionan de esta manera. Si quieres algo, grita. Así lo hice, y tras decir lo cansado que estaba de la gente que no hace su trabajo, que aquella persona bien se tomaba su tiempecito para los múltiples cafés y cigarros, y que no me iría sin el documento, mi petición se realizó en media hora. A mi casi me costó un ataque al corazón.

Tampoco olvidaré que una compañera de estudios perdió una beca extraordinaria -que debería haber obtenido gracias a su expediente académico- simplemente porque los imbéciles que la tenían que tramitar perdieron algún documento y ella nunca fue informada a tiempo.

Nunca me olvidaré de los numerosos correos electrónicos enviados a los diferentes departamentos académicos y administrativos que jamás obtuvieron respuesta. Jamás olvidaré la absoluta falta de coordinación entre los distintos departamentos con respecto a todos los asuntos de importancia. Un montón de gente inútil cuyo más exasperante hábito es la cara de asco con que te reciben y realizan su trabajo.

Muchos se pueden imaginar mi sorpresa cuando vi que otra forma de hacer las cosas es posible. Las resplandecientes sonrisas y el profesionalismo y eficacia con que fui atendido en Dinamarca...Las comparaciones son, en efecto, odiosas. Nunca olvidaré la primera vez que fui a un depacho y dije que necesitaba un documento para ser firmado y enviado a España. ¿La respuesta? Pues que lo hacían en un segundo. Yo estaba desconcertado, con la boca completamente abierta viendo cómo la chica firmaba el documento y lo enviaba por fax, todo ello con la más amplia de las sonrisas.

Pensé que Dinamarca debía ser una excepción extraordinaria y que no se iba a repetir. Sin embargo, resultó ser similar en Nueva Zelanda y hasta ahora no me puedo quejar en la República Checa, donde resido. Nueva Zelanda fue un sueño, resolución de problemas a la velocidad de la luz. Como ejemplo, cuando fui elegido para participar en uno de los colegios electorales durante las elecciones regionales en España; solicité que, por favor, me hicieran una carta indicando que no podía asistir, ya que estaba viviendo en Nueva Zelanda. La carta fue hecha y enviada en 5 minutos, sin coste alguno, salvo una enorme sonrisa. ¿Quereis una comparación? Cuando volví a España, me puse en contacto con los supervisores de los estudiantes de intercambio entre Nueva Zelanda y de España. El de Nueva Zelanda respondió en pocas horas. El de España, nunca.

Estos son sólo algunos ejemplos simples y fáciles de entender por todos. Por favor, aquellos españoles que leáis esto y no hayais estudiado o trabajado en el extranjero, ¿os lo imaginais? Ir a un despacho (dos como máximo) y obtener tus cosas rápidamente y acompañadas de una gran sonrisa. Sé que es difícil de imaginar, pero creedme, es posible.

Pero si hay algo que realmente acaba con mi energía es el sistema educativo y la calidad de los profesores. Empezaré por los profesores aunque se me haga difícil, pues también he tenido la oportunidad de conocer a algunos docentes fantásticos a quienes mantendré en mi corazón durante el resto de mi vida. ¿Qué demonios pasa con los profesores en España? De los que he conocido en mi Facultad, un número importante de ellos parecen más un grupo de trabajadores de oficina, sin motivación y sin pasión alguna por la enseñanza, que de educadores o formadores. Innumerable es el número de profesores que conocí cuyo programa de enseñanza se asemeja al dado durante la prehistoria. Esto es de particular importancia en una carrera como la de biología, donde tienes que estar constantemente actualizando tus conocimientos y tu agenda, pues de lo contrario quedas desfasado muy rápidamente. Muchas de las cosas que se creían ciertas hace unos años ya no lo son. ¡Resulta muy frustrante encontrar un profesor de universidad enseñando algo incorrecto!

Cuando fui a la universidad por primera vez estaba lleno de expectativas, emocionando ante un nuevo mundo de ideas, descubrimiento, innovación, pasión... y me encontré con insoportables profesores, incapaces de aceptar una opinión diferente, que no están dispuestos a cambiar sus ideas o tener cualquier tipo de debate. Un ejemplo: mi profesora de microbiología, que venía a dar una clase de 50 minutos, la cual consistía en recitar una serie de notas que probablemente tenían más de 15 años. ¡En el examen final hizo miles de correcciones que estaban mal! Os podeis imaginar la frustración de saber que las notas son más bajas porque esta profesora, que se supone nos enseña, estaba equivocada y desfasada. Yo no quería dejarlo así y hablé con una profesora fantástica -una de las pocas válidas- y le comenté que quería ir a una corrección externa. ¿Su respuesta? "Estás en lo cierto, pero no lo hagas. Todos estarán del lado de tu profesor, siempre sucede, y entonces ella tendrá el derecho a corregir de nuevo tu examen, teniendo la oportunidad de bajarte la nota ". Me quedé estupefacto. Siguiendo su consejo, me callé. Conclusión: perdí la beca de excelencia, sólo por unas décimas; las que perdí gracias a una profesora cuyo único objetivo parece ser el de destruir las esperanzas y motivaciones de sus estudiantes.

Pero, ¿qué se puede esperar de profesores que han pasado todas sus vidas en la misma universidad y apenas tienen –salvo algunos- una carrera profesional de investigación aparte de la enseñanza? Profesores que siempre han ocupado la misma posición, que nunca han estado en el extranjero y no conocen otra cosa que su pequeño mundo, limitado, de la enseñanza. Todo el profesorado recibe dinero por hacer investigación y, sin embargo, sólo el 40% por ciento de los profesores lleva a cabo alguna investigación. La carrera investigadora de este 40% es a menudo, muy pobre. Los que investigan, por lo general, lo hacen en el mismo lugar donde estudiaron y luego comenzaron a trabajar. Creo que esto se debe ,en parte, al muy poco prestigio que ser un profesor tiene en España, sobre todo en algo como la biología, que todavía se considera, entre las personas de 40 años o más, como ser una carrera de parias. Esto lleva a tener, salvo excepciones, profesores mediocres y desmotivados. Además, la rigidez y la lentitud en la asignación de recursos -que por cierto son muy limitados- por nuestras universidades es increíble y la flexibilidad de nuestros profesores para moverse a través de las universidades una verdadera broma. ¿Qué puede enseñarme un profesor que nunca ha visto nada distinto de su escritorio y que jamás ha publicado un artículo o investigado nada?

Una vez más, otro mundo es posible.

Aquellos profesores de Dinamarca o Nueva Zelanda, con los que nos sentábamos a discutir un artículo publicado por el ¡mismo profesor! Un profesor que nos mostraría un pensamiento crítico y los enfoques orientados a la investigación, quien discutiría miles de artículos, los problemas expuestos durante la investigación y quien preguntaría por nuestras ideas y comentarios: ¿Entiendes esto?¿Cuál crees que es el problema o el motivo de este resultado? ¿Cómo lo resolverías? ¿Qué harías ahora? Horas y horas de debates, seminarios, diapositivas, powerpoints donde el profesor te anima constantemente a preguntar y a cuestionarte las cosas. Por supuesto, estos profesores son, en primer lugar, investigadores, con toda una carrera a sus espaldas y, por ello, son adecuados para la enseñanza. Las comparaciones son, una vez más, odiosas.

Todo esto está relacionado con nuestro sistema educativo, donde todo es, la mayor parte de las veces, clases teóricas. A saber: 50 minutos de profesores aburridos recitando sus notas y nosotros, más aburridos todavía, copiándolas. Miles y miles de notas a memorizar. ¡Realmente parece que nos están preparando para un puesto de oficina! Después vas a otro país para continuar con tus estudios y piensas que sí, que probablemente tienes más conocimiento que la mayoría de la gente de allí, pero que te falta algo importante. Los estudiantes en España están, en general, desmotivados y ni siquiera saben realmente por qué están en la universidad. No disfrutan, no se toman una clase como algo mágico donde vas a aprender, a quedar fascinado. Solo existe el estrés del examen final, para el que hay que incrustar 100 páginas de notas sin fin en el cerebro. Notas que olvidarás dos días después de que todos los exámenes hayan terminado, cuando acabes completamente borracho para celebrar el final del período de examen.

Este conocimiento no tiene ningún sentido. Por supuesto, es necesario tener algunos conocimientos básicos, pero es el trabajo práctico el que ofrece la experiencia y la capacidad de crear, de pensar críticamente, de innovar, ampliar tu perspectiva y capacidad para resolver problemas. De todo lo que he aprendido en la universidad, tengo serias dudas de que recuerde un 5% de ello; pero en dos años en el laboratorio he aprendido más de 1000 veces lo que aprendí durante mis 5 años de universidad. ¡Tenemos acceso a Internet, a miles de bases de datos, revistas electrónicas, seminarios web! Tenía mucho sentido 50 años antes, cuando conseguir acceso a cierta información era un verdadero desafío. Ahora en 15 minutos puedo encontrar miles de artículos relacionados con un tema determinado, un gran número de libros electrónicos y foros de discusión, y puedo contactar con expertos en la materia y esperar su respuesta... No necesito esos miles de notas en mi cerebro, ¡lo que necesito es pensar! ¡Tengo que imaginar, tengo que pensar, tengo que averiguar, que crear! Esto es algo que no se entiende en España, y esto es debido a que el personal administrativo, los profesores (y los políticos) de mi país no tienen vida profesional fuera de su escritorio de oficina. Nunca han creado nada, no tienen una visión del mundo externo, no hay "aire fresco que fluya a través de las puertas". En tres años y medio en la universidad en España no tuve que escribir un solo trabajo que se asemejara a un artículo científico. Nunca se nos enseñó eso. Cómo escribir un trabajo, cómo hacer un buen seminario, cómo dar una conferencia, cómo escribir una reseña. Cuando hojeo los trabajos que hice en España y miro mis buenas calificaciones no sé si reír o llorar, pues todos nuestros proyectos se parecían a los trabajos del colegio. En 3 años y medio de universidad en España no escribí nada que se pareciera a un artículo científico. Por el contrario, escribí más de 5 en un año en Nueva Zelanda.

Diálogos, debates, trabajo de campo ... eso es en lo que se concentran los países serios . Nosotros nos centramos en la memorización y cuando el trabajo práctico llega, ni siquiera hay libros para todos los estudiantes. Hacinamiento en las universidades, inundadas de estudiantes desmotivados y sin recursos. Nuestras universidades son lo que un brillante profesor describió una vez como café para todos. Hay demasiados estudiantes y el problema es que casi no hay manera de discriminar entre los estudiantes que valen la pensa y los que no. ¡Un sorprendente 30% de los estudiantes universitarios abandona la universidad durante los primeros dos años! El promedio de tiempo en la universidad es de dos años más de lo esperado! Y esto sucede porque la educación básica en España también está fallando, donde profesores desmotivados – con las excepciones habituales-, son incapces de transmitir la pasión y el amor por lo que enseñan a sus alumnos. Una educación donde los estudiantes apenas tienen que cumplir unos mínimos requisitos, donde los estudiantes comienzan muy temprano en la universidad (como ejemplo yo empecé a los 17 años) y una educación donde los alumnos se encuentran totalmente decepcionados una vez que llegan a la universidad. En España, donde todo el mundo parece que tiene que estudiar y sacar un título, te encuentras con estudiantes que no se preocupan en absoluto, por lo que son capaces de acabar la carrera sin haber hecho una sola pregunta a sus profesores. ¿Cómo diablos es posible que la mayoría de los estudiantes que conocí en la universidad fueran incapaces de escribir un texto sin cometer errores de gramática? ¿Dónde está el campo de la excelencia que se supone que es la universidad? ¿Cómo se puede motivar a los alumnos, sacar lo mejor de ellos, estar cerca, discutir, llegar a conocerlos, cuando se tienen 100 personas en clase? En Dinamarca tuve discusiones y disertaciones con grupos de 10-20 personas y en Nueva Zelanda también. ¡Qué cosa tan maravillosa!

Al parecer, nuestro ministro de educación cree que esto puede ser resuelto, al menos en parte, con el aumento de las tasas universitarias y reduciendo el gasto en la investigación y la educación. ¡Un hombre brillante¡. Incluso se permite el lujo de decir que en España existe la actitud del "todo gratis", y que las cosas no pueden seguir así. ¿Quiere saber, mi querido Sr. Ministro, lo que significa gratis?

En Dinamarca, no se paga nada por la carrera, ya sea un grado o un master. Incluso siendo estudiante extranjero, no se paga nada. Cada estudiante danés recibe suficiente dinero del estado al mes- durante 5 años- para arreglárselas fuera de la casa de sus padres. Es decir, que los estudiantes se centran en sus estudios y aprenden a sobrevivir fuera de la casa de los padres (muchas veces en otras ciudades), estableciendo conexiones fuertes con otros compañeros de piso. Esto nos lleva al punto de que los estudiantes de otros países son mucho más maduros que en España, puesto que viven solos y tienen una mente y una disposición para la vida más amplia que un estudiante español que aún vive con su familia. En Dinamarca, se encuentra gracioso que incluso con 22 años se siga viviendo con los padres. No digamos con más edad. Suecia es muy similar, otro ejemplo bellísimo. La educación universitaria es también, generalmente, gratuita en Alemania y es gratis también en la República Checa (aunque eso podría cambiar pronto). Podría seguir con ejemplos y países, pero la idea es clara. Estos países invierten mucho más en sus estudiantes y su educación. Parecen estar flotando en lo que usted, mi querido ministro, considera la actitud de "todo gratis", pero la investigación es mejor y el fracaso escolar mucho menor. Parece que no todo se trata de dinero, sino más bien de la mentalidad y del sistema ... pero por supuesto que usted no quiere cambiar eso, ya que parece tiene la misma mentalidad.

En realidad sí, usted quiere cambiar las cosas, y de hecho esta es otra característica de nuestro hermoso país. Los dos principales partidos políticos que se alternan en el poder han encontrado muy divertido estar constantemente modificando el sistema educativo. Pequeños parches que sólo dañan más, ya que sin un programa con continuidad, no llegamos a ninguna parte.

Un maravilloso ejemplo es todo este PLAN BOLONIA, nunca adecuadamente explicado y un absoluto desastre. Profesores discutiendo para mantener sus clases y posiciones, defendiendo su cuota de poder (lamentable). Dijeron que era para adaptarse a la educación en Europa. ¿De verdad? La biología es ahora un grado de 4 años en la licenciatura mientras que en la mayoría de los países es de 3. No hay verdaderos másteres y esto es sólo una excusa para pagar miles de euros -el precio está subiendo como la espuma- y realizar un ridículo "máster" que dura un año, o año y medio como máximo, en el que casi no hay trabajo práctico (6 meses como máximo), no hay verdadera tesis de máster que haya que escribir, y prácticamente no ofrece ningún tipo de continuidad. Mis amigos, compañeros de universidad que tenían el grado de 5 años de duración llamado Licenciatura, como yo, se encontraron con la sorpresa de que tenían que hacer un máster, a pesar de que todavía formaban parte del antiguo plan en el que se conectaba directamente con el doctorado. Pues no, tenían que pagar miles de euros por algo que difícilmente les enseñó algo, los dejó profundamente decepcionados, retrasó su doctorado y arruinó sus bolsillos. En otros países serios, se tiene un grado al final del cual se tiene que escribir una primera tesis. Después se entra en el programa de máster de 2 años. En el caso de Dinamarca o Nueva Zelanda, por ejemplo, el último año de los másteres tiene lugar sólo en el laboratorio. Se busca un supervisor que tenga una posición o espacio libre (hay lugar para todos, ya que prácticamente todos los profesores hacen algo de investigación) para que puedas trabajar durante ese año. Esa es la investigación real por lo que al final, incluso puedes publicar un artículo si tienes suerte y has trabajado en condiciones. Los estudiantes pueden comenzar antes en el laboratorio, por supuesto, -durante el grado o el primer año de master-, si tienen el coraje y el entusiasmo para buscar el lugar.

En la República Checa yo trabajo en la Academia de las Ciencias, una institución pública, pero que no es una Universidad. Está llena de estudiantes, desde el grado a los estudios de doctorado, haciendo su investigación allí. Puedes contactar con un investigador, decir que quieres hacer la investigación para tu tesis allí y si estás lo suficientemente interesado, obtienes un puesto. Incluso, los estudiantes de licenciatura consiguen algo de dinero por su trabajo (proceso de aprendizaje) allí. ¿Pueden los españoles creer esto? ¿Crees realmente que en tu segundo año de universidad puedes investigar junto a científicos con una carrera de investigación a sus espaldas y conseguir un poco de dinero al mes por ello?

En España sí, hay lugar para unos pocos estudiantes que entran en contacto con algún departamento y tienen la suerte de encontrar un profesor que también está haciendo investigación interesante y que tiene espacio y recursos para ellos. Estos son lugares muy limitados y, por supuesto, no se obtiene ningún dinero por ello. En otros países, al alcance de casi todos. Pero, por supuesto, es difícil hacer esto cuando casi no hay recursos y la universidad está llena de gente sin motivación, donde se ofrece café para todos, al tiempo que se rechaza la investigación. Todo el PLAN BOLONIA fue destinado a pequeños grupos para tener discusiones, tutorías, etc ¿Cómo diablos puede usted hacer esto con 1,4 millones de estudiantes universitarios? La mayoría de las universidades están completamente en bancarrota y no tienen recursos para poner en práctica las nuevas directrices. Una broma total. En España la mayoría de los estudiantes terminan la universidad sin haber trabajado en un laboratorio, haber escrito una tesis o haber hecho un examen estatal.

Los documentos o títulos obtenidos de forma gratuita, los laboratorios a disposición de todo el mundo que quiere investigar, llegando a ser pagados por su trabajo. Todo esto sucede en otros países serios, pero nuestro querido ministro dice que estamos acostumbrados a tener todo gratis. Por cada documento necesario para solicitar una beca, curso, etc, hay que pagar una cantidad importante de dinero y además hay que esperar días, semanas, meses o incluso años (ya volveré sobre esto).

Esta es otra cosa fantástica: la beca. España hasta ahora ha contado con bastantes becas, pero muchas veces el método para seleccionar es bastante malo y no siempre las personas que merecen las becas realmente las consiguen. Están demasiado orientadas a las calificaciones, y pasan por alto muchas cosas importantes: aspectos técnicos de esa persona, la creatividad, la independencia, la madurez, la motivación, el desarrollo cultural, futuros proyectos... Durante mis estudios no encontré una sola persona con mejores notas que yo y, sin embargo, me encontré con mucha gente que era definitivamente mejor que yo, de los que sé tendrán un futuro mucho más próspero y orientado profesionalmente desde el punto de vista científico. Simplemente porque son buenos y tienen grandes ambiciones, intereses y pasiones.

Un par de cosas que hacen que todo el asunto sea triste y ridículo. Hay dos programas principales mediante los que se financia la formación doctoral. Estos programas se llaman FPI y FPU. La convocatoria de FPI fue en febrero del año pasado y la lista provisional de los candidatos admitidos fue en julio y deberían haber sido aprobados a principios de agosto. Salieron en diciembre, simplemente porque no querían autorizar el gasto. Para comenzar su doctorado, los estudiantes tuvieron que matricularse en septiembre. Pero sin la lista de aprobados, no tenían acceso a la enseñanza. Imagina a aquellos que persiguen un máster que cuesta miles de euros. Imagina a los que persiguen doctorados, ya tienen 24 años o más y no obtienen ningún dinero. Además, el "FPI" también concede ayudas a los grupos de investigación donde los estudiantes se van a incorporar. Eso significa que la mayoría de la gente ha comenzado a trabajar sin cobrar o tener seguro. Otros simplemente no se lo puede permitir por lo que ni siquiera han comenzado.

Más de lo mismo. Con el "FPU", cuya convocatoria fue en mayo, en noviembre nos dimos cuenta de que muchas plazas fueron eliminadas y que la financiación se redujo en un 50% para estancias en el extranjero. Imaginad la sorpresa de los que ya estaban en el extranjero y se enteraron de que no iban a conseguir nada de dinero, o los que habían iniciado la organización de la estancia con la institución extranjera y finalmente tuvieron que comunicar que no podían ir. La mayoría de mis amigos de la universidad que aún se encuentran en España, han estado trabajando de forma gratuita durante meses o han pasado muchos meses de espera sin que pudieran comprometerse con ninguna otra cosa. Hacer un doctorado en ciencias absorbe la mayor parte del tiempo, sin embargo tengo amigos que tienen que estar sirviendo bebidas en los bares para poder pagar su doctorado, ya que no reciben nada. La mayoría de mis amigos que tienen entre 24 y 28 años todavía viven con sus padres y no tienen ingresos. Muchos de mis amigos han huido y abandonado España y están estudiando en el extranjero. Ellos me envían mensajes diciéndome todas las ofertas y oportunidades que tienen para continuar con su carrera allí. De todos mis amigos, sólo puedo pensar en uno que es totalmente independiente y que no necesita el apoyo de una beca o de los padres; por supuesto, vive en el extranjero, al igual que yo. Esto es mucho peor de lo que he tenido que pasar, pero conozco la sensación de estar sin dinero y sentirte abandonado por tu institución. Mi Eramus comenzó en agosto de 2010. ¡No vi una sola moneda de la beca hasta el final de febrero de 2011, 6 meses! Cuando fui a Nueva Zelanda, también pasaron 6 meses hasta que obtuve el dinero. Cuando comenté esto a los estudiantes de otros países, se sorprendieron todos. Todos ellos recibieron su dinero antes de ir o inmediatamente después de llegar. ¿Qué diablos pasa en España?

Un paisaje desolador que me llena de tristeza y enojo. Todo esto volvió a mi mente ayer por la tarde, cuando un suceso estúpido me lo recordó. Cuando solicité la posición de doctorado en la República Checa, me pidieron el título. Dije que lo sentía, pero que no lo tenía todavía. Sí, solicité mi título en julio de 2011 y aún no lo tengo conmigo. No me creyeron y realmente tardé tiempo en convencerlos. Sólo cuando les mostré un documento que establecía que lo había solicitado y pagado las tasas, firmado por el Rector de la Universidad, lo aceptaron, incrédulos, ante lo que veían. En la República Checa, como en cualquier país serio, se obtiene el título de inmediato, porque el estudiante se merece tenerlo de inmediato, especialmente si se considera la importancia que tiene a la hora de solicitar puestos de trabajo y plaza en cursos. En la República Checa, como en cualquier país serio, el título es gratis. En España, tu título, el que te has ganado gracias al esfuerzo puesto durante años, cuesta 150 euros. ¡Un título que cuesta 150 euros y que no he visto después de un año y 7 meses! Pero lo más divertido viene ahora. Recibí ayer una carta diciendo que había obtenido el Premio Extraordinario Fin de Carrera. Recibo esto un año y 8 meses después de terminar,y ocho meses desde que se publica en el BOE ¿y qué es lo que consigo con ello? Me encuentro exento del pago de las tasas correspondientes al título, ¡pero sólo si recibo la notificación antes de solicitar el título! ¡Solicité el título hace más de un año y medio imbéciles! En ese momento estallé en carcajadas. España es diferente.

En la República Checa, los estudiantes con calificaciones A y B en su expediente automáticamente obtienen un poco de dinero al año, sin necesidad de solicitarlo, y si terminan el grado con el equivalente a lo que tengo, llamado "summa cum laude", reciben mucho más dinero y reconocimiento. No me importa el dinero aunque, por supuesto, sería agradable recibir algo, pero me preocupa el reconocimiento, ese reconocimiento. En España todo parece estar orientado al dinero, pero la gente se olvida de ti. No hay reconocimiento de tu esfuerzo y tus logros, no hay motivación, no hay estímulo. En este caso, una carta que llega a casa de mis padres, un año y 8 meses después de haber acabado la carrera. Muchos excelentes alumnos jamás son reconocidos ni queridos. La indiferencia es la respuesta y por lo tanto se largan.

Donde yo trabajo, aquí en la República Checa, recibo muchos correos electrónicos en el correo común de la institución, donde ofertan doctorados y postdoctorados. Si vas a la página web de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid hay un tablón para las ofertas de empleo. He estado echándole un ojo de vez en cuando, como curiosidad, siempre esperando encontrar algo. ¿Sabeis cuántas veces he encontrado, no digo muchas, simplemente una oferta de trabajo? Nunca.

Pensando en todo esto, ¿alguien se pregunta por qué España no tiene una sola universidad entre las 200 mejores del mundo que salen en diferentes listas? Reino Unido, Suiza, Alemania, Holanda, Suecia, Francia, Bélgica, Finlandia, Dinamarca, Irlanda, Noruega siempre encuentran representantes en estas listas. Pero, de nuevo, ¿cómo vamos a conseguir esto sin ninguna continuidad en nuestro programa educativo y una completa revolución en nuestra idea de la importancia de la educación, la forma de enseñar a los estudiantes y el valor que estos tienen para el futuro? Pero nuestro querido ministro cree que estamos acostumbrados a tener todo gratis y su enfoque es recortar, recortar y recortar. La secretaria de ciencia Carmen Varela ya lo dijo: hay muchos investigadores en España (me pregunto dónde) y tienen que centrarse en la calidad. Por supuesto, están en el camino para conseguirlo...


En España muchos dicen que se está produciendo ahora lo que se llama fuga de cerebros. Nuestro estimado ministro dice que: "... muchos de los que se van, una vez que adquieren experiencia en el extranjero, vuelven, y esta es una experiencia muy enriquecedora para nuestro país, y muy valorado por nuestras empresas". Mentiría si dijera que salí de España a causa de la falta de oportunidades. Nunca he intentado encontrar trabajo en España. Si yo vivo en el extranjero es porque me encanta vivir en un país extranjero y todas las experiencias nuevas que me ofrece. Sin embargo, créame cuando le digo, Sr. Don José Ignacio Wert, estimado Ministro de Educación, que si yo me hubiera ido a causa de la falta de oportunidades, después de lo que he visto, no volvería nunca más a España. Y créame, estimado ministro, cuando le digo que muchos de los que se fueron en busca de oportunidades, ya no volverán a España. Le digo esto porque, a diferencia de usted, yo vivo en el extranjero, y sé de lo que estoy hablando.


1 comment:

  1. Grande, y mucha verdad. Es curioso como cuando salimos al extranjero, nos sorprendemos positivamente de temas que para la gente en el extranjero son basicos: como la rapidez del papeleo sin ver una sola mueca, o escuchar un suspiro. Simplemente una sonrisa y un "how is the day going?".

    Un pequenyo apunte, cuando sali de mi Universidad Espanyola por primera vez, a hacer mi Erasmus (quinto de carrera)en Noruega, los espanyoles nos quedamos a cuadros cuando nos dieron diez articulos para leer en una semana, y nos mandaron a casa. Nos preguntabamos: Como leo todo esto? Hay alguna seccion a la que tenga que prestar mas atencion? Lo leo de pe a pa?...Como escribo un reportaje critico sobre estos articulos? No sabiamos como aplicar lo escrito en un articulo a un ensayo, y eso es porque nunca se nos pidio hacer eso en Espanya. Al lado nuestro, teniamos chavales de segundo de carrera (no eran ni espanyoles, ni franceses, ni italianos, ni portugueses, of course) que lo hacian mejor que los espanyoles, y en menos de la mitad del tiempo. Aquellos que salimos de espanya a continuar los estudios ahora sabemos hacerlo, pero la gran mayoria que alli se quedo, quien sabe.

    Otro apunte, en Nueva Zelanda, en segundo de carrera de botanica o zoologia (aqui no se estudian grados generales, sino que se aplican al futuro profesional y de investigacion para que el alumno tenga una especializacion tras tres anyos de Universidad), los chavales se hacen un poster de investigacion que se puede presentar en un congreso internacional, han escrito 10 ensayos, han dado tres o cuatro presentaciones en publico, y comienzan a hacer un proyecto de investigacion. En tercero de carrera completan esa investigacion, y algunos de ellos publican su investigacion en revistas cientificas internacionales de impacto alto. El dia que terminan su carrera de tres anyos, salen con un titulo, saben investigar, saben hacer posters, saben como solicitar fondos para investigacion, saben hablar en publico, tienen un articulo publicado como primer o segundo autor y saben cuales son las empresas en las que pueden trabajar, o las carreras de investigacion que quieren empezar a traves de sus Masteres. Como compite un Espanyol, tenga el expediente academico que tenga, que nunca ha salido al extranjero contra estos cracks?

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